viernes, 26 de agosto de 2005

Descanso

Este blog permanecerá en "stand by" unos días. Mi convenio laboral determina algo sobre que los trabajadores tienen derecho a unos días de vacaciones y no seré yo quien lo discuta...

Como a mi regreso, es probable que no me apetezca escribir de nada más que sobre mi depresión post-vacacional, he decidido anticiparme a los acontecimientos. Y para ello voy a solicitar tu colaboración. Sí, sí, te estoy hablando a ti que me lees, no mires atrás...

Pues bien, necesito temas nuevos para desarrollar en la segunda temporada de mi ventanuco al mar, así que te voy a dar la oportunidad de que me preguntes lo que quieras, y yo en un supremo acto de condescendencia veré si te contesto o no. Eso sí, te recomiendo que aproveches la oportunidad que ahora se te presenta no sea que en un futuro (y me consta que así va a ser) te entren remordimientos por no haberlo hecho.

Eso sí, sólo atenderé consultas realizadas a través de mail. Para los despistados: "itsasbeltza (algarroba) yahoo.es", o pulsando a la izquierda de esta página donde dice "mi email". En esta ocasión los comentarios a este post os los reserváis para decirme que me echáis mucho de menos, preguntarme cuándo diablos pienso volver, o pedirme de rodillas que lo haga lo antes posible.

Como sabréis a estas alturas, mi corazón es bien grande, así que garantizo discreción absoluta y no haré referencias sobre quien hizo la pregunta de forma que vuestra reputación en la blogosfera permanecerá impoluta, y nadie (excepto yo) os tendrá catalogados como cotillas.

En fin, envuelto en lágrimas debo partir. En un póstumo acto de debilidad reconozco que para mí también va a ser difícil prescindir de vuestro calor, y tened por seguro que el que encuentre por esas playitas de Dios no va a suplirlo.

Pero la vida es así de jodida a veces...

Sed buenos!!.

Asociación de ideas...

Y el post anterior me lleva a éste.

Quizá esta canción sea una de las que... Bueno!, mejor dejarlo a la imaginación de cada uno...

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Miraba a la ventana y soñaba con ser un astronauta pisando la luna
y el cielo lo cruzaban galeones, delfines, cometas, falúas.
Y en la pizarra el profesor dictaba los teoremas.
En su cabeza sonaba el canto de un gorrión, pájaros en la cabeza.

Salía siempre tarde castigado por no estar nunca donde debiera
y en casa le esperaban el tedio y la comida servida en la mesa.
De fondo el rumor de un televisor y madre suspirando.
"¿Dónde andas hijo mio? Siempre en las nubes," y nadie escucha el telediario.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

El tiempo pasó y todos crecimos
-bueno, no todos, algunos seguían
mirando por la ventana y sobrevolando
la moqueta azul de la oficina.
En el trabajo aún se perdía
en las selva de sus sueños
y un grito le nombraba, le arañaba
y rompía el dulce sortilegio.

Madre aún seguía sirviendo la sopa,
"¿Cuándo sentarás la cabeza?
Un día la abriremos y bandadas de cotorras
escaparán de ella".

Él sonreía sin dejar
de mirar por la ventana,
soñando mundos mejores,
lluvias que caían sobre parejas que se amaban,
claveles en los fusiles,
barcos que sueltan amarras,
luces de faros, besos de mujeres que nunca,
nunca le miraban.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

Una mañana de enero nuestro hombre
se subió a lo alto de la Torre España
para ver si al morder el azul gris del cielo
los pájaros callaban.
Mirando absorto la ciudad,
ni el rumor de su pecho escuchaba,
ni a madre, ni al televisor, ni a la oficina,
sólo un lejano batir de alas.

Cuando nos quisimos dar cuenta
nuestro chico había desaparecido.
Nadie en lo alto de la torre lo vio abandonar
la sombra gris del edificio.
Nadie lo vio caer al suelo,
nadie oyó sus carcajadas,
sólo el sonido de cien pájaros -o alguno más-
escapando de sus jaulas.

Nada se supo de este soñador,
del canto de sus aves,
hasta que llegaron cartas, retazos de sus alas
en forma de postales.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.

(Pájaros en la cabeza, Ismael Serrano 2002)

Julián

El título del anterior post me ha traído a la mente a mi amigo Julián.

Julián fue probablemente la amistad que más tiempo se prolongó en tiempo y espacio durante mis años de adolescencia y primera juventud. Digo probablemente porque nunca me ha gustado medir la amistad, así pues eludo de calificar a alguien como mi mejor amigo entre otras cosas porque la amistad no es más que una especial forma de intaractuar entre dos personas distintas que tienen algo en común, y es precisamente ese "común" lo que hace que una amistad sea distinta a otra y por tanto imposible de cuantificar (pero no de cualificar). Sin ir más lejos a Julián y a mí nos separan fuertes diferencias ideológicas que no por ello han minado nuestra relación, es más, hemos compartido largas discusiones políticas en las que mutuamente nos reprochábamos ser unos "jodidos fascistas".

Dispersiones aparte, ahora que la madurez trata de instalarse en nosotros (más rápidamente en él que en mí) la relación se ha tornado menos cercana pero no por ello se han roto bruscamente los lazos afectivos que nos unieron. Es más, me consta que él se preocupa por los pájaros que aún pueblan mi cabeza y él siempre tendrá un rinconcito en lo más cálido de mi corazón como consecuencia de todo lo que compartimos.

Sin ser ninguno de los dos erúditos en el arte del habla, nos enfrascábamos en largas conversaciones sobre lo divino y lo humano, normalmente en compañía de otras personas (rara vez lo hacíamos solos), con el común denominador de tener unas cervecitas delante.

Así pues, salir con él significaba ir a tres garitos (en el que quedábamos, en el que tomábamos la penúltima y donde nos bebíamos la espuela). Sólo que había un pequeño problema... al final acabábamos tomando cuatro "penúltimas" y siete "espuelas".

Una de las cosas que provocaron que nuestra amistad no se fuera nunca al traste es que ninguno de los dos invadía el terreno del otro: a él le gustaban las rubias y a mí las morenas.

El penúltimo.

Todos los febreros de mi época de estudiante, al terminar los exámenes, cogía el coche y me acercaba a los acantilados de la Galea a darme un paseo.

Allí en soledad, o mejor dicho, con la única compañía de mi mar Cantábrico hacía repaso de mi pasado y de mi presente, de a dónde me dirigía y a dónde quería ir...

Recuerdo el frío viento del invierno golpeando con fuerza mi cara y me acuerdo con especial cariño de las veces que la lluvía dificultaba mis pasos. En estos últimos casos los paseos eran más cortos pero mucho más gratificantes, apenas había avanzado medio kilómetro ya estaba totalmente empapado y con ganas de volver a casa. El "mal" tiempo ahuyentaba a las multitudes y sólo un par de locos nos atrevíamos a desafiar a los elementos. Esos días son los que más se disfrutan de aquellos parajes, pues sientes su belleza con exclusividad y genera un cúmulo de sensaciones indescriptible.

Y mañana, cuando esté tan cerca. No sé si podré evitar acudir a su llamada o si por el contrario me sumergiré inmediatamente en la vorágine de Bilbao, mi Bilbao, en fiestas.

jueves, 25 de agosto de 2005

Inventario de objetos inútiles

En tienda:

- Un frasco lleno de céntimos de cobre.
- Una colección de postales publicitarias.
- Un bote para hacer pompas de jabón.
- Un minizoológico que consiste en:
      * Pingüino anti-estrés.
      * Vaca anti-estrés (resultado de mis tendencias cleptomaniacas hacia una compañera).
      * Cocodrilo.
      * Pájaro exótico de colores que se lleva las alas a los ojos (el ser vivo más sensato en 100 metros a la redonda).
      * Pajarita de papel.
- Un muelle.
- Un cubo de adorno (publicidad de la empresa para la que trabajo indirectamente).
- Una postal del Urdaibai.
- Marcapáginas con cita de AI (nombrada un par de posts atrás).
- Un plano del metro de París.
- Un chiste de Mafalda.
- Bolígrafo con forma de clave musical (obsequio de un festival de jazz al que no quiero dar "publicidad") y que por supuesto no pinta.

En almacén:

- Poster de playa paradisiaca.
- Fotografía antibelicista (a los que me imaginaban un hombre valiente que sepan que nunca me he atrevido a colocarla en un lugar visible).
- Papel de envolver regalos.
- Un libro esperando ser regalado.
- Discografía completa de Astrud (Y que ya va siendo hora de que me la lleve a casa).

miércoles, 24 de agosto de 2005

Psicopatologías

Caminar sin pisar las líneas de separación de las baldosas.
Ídem en los pasos de peatones.
Llevar la cuenta atrás de los días que me quedan para vacaciones.
Cantar (horriblemente) en voz alta.
Insultar al ordenador.
Sacar la lengua a los niños.
Escribir en un blog.

Lo dicho. Estoy como una regadera.

martes, 23 de agosto de 2005

Angu uchango ni kigeni.

Estoy tristón. Acabo de descubrir que tras 11 meses escribiendo chorradas en la web apenas he sido capaz de atraer a cuatro ¿negritos? africanos a mi blog. Y lo de cuatro no es una forma coloquial de hablar, son exactamente cuatro (2 de Senegal, 1 de Egipto y otro de Marruecos) ni uno más, ni uno menos.

Y me parece injusto. Aquí uno partiéndose los cuernos dando fraternidad universal, repartiendo proclamas en favor de la camadería y solidaridad entre los pueblos, acordándome de las injusticias que hacia el tercer mundo cometemos los ciudadanos del primero (o del 1,5) y me lo pagan con el olvido y la indiferencia.

El problema es que la dirección de este blog ha empezado a ponerse nerviosa y me empieza a pedir resultados. Todo esto explica la multitudinaria presencia de hombres con trajes y corbatas de Armani con poses muy serias y gestos muy nerviosos que he detectado a mis espaldas. Por venir ha venido hasta la inaccesible "Daiana", prima hermana de las Koplowitz. Sin embargo, uno tiene amigos hasta en el infierno, o mejor dicho en el cielo, y Encarna, la secretaría del gran jefe, me ha comentado que esta mañana ha estado escuchando detrás de la puerta del comité de crisis de este blog, donde por lo visto me han dado de plazo hasta final de año para atraer hasta aquí por lo menos a un ciudadano de Tanzania. En caso de no lograrlo determinarán mi sustitución. Me ha comentado Encarna, que entre los candidatos barajados para hacerse con el control de este blog, cobra fuerza un tal Txabi, perteneciente a la compañía rival de ya.com y a quien probablemente harán una suculenta oferta económica.

Pero soy un tío con recursos, y cabezota. Muy, pero que muy cabezota. Y cuando una idea me viene al coco, no paro hasta que no consigo lo que me propongo (excepto mi intento frustrado de enrollarme con Catherine Zeta Jones, pero eso lo dejo para otro post...). Y he descubierto que el motor que mueve al mundo es el amor, pero no precisamente el amor que yo reparto sino otro tipo de amor, y si Catalina quiere arroz, pues se lo vamos a dar...

Así que hago saber a todos los habitantes de Tanganica y la isla de Zanzíbar que:

Angu uchango ni kigeni

Ahora sólo me falta que google haga el resto...

lunes, 22 de agosto de 2005

¿Imitación, vergüenza, solidaridad, casualidad?

Sí, ya sé que para resolver esta cuestión no tengo más que llamar a la puerta de al lado, pero en los meses que llevo viviendo en mi "nueva" casa sólo he tenido la oportunidad de intercambiar un "buenos días" con mis vecinos en un par de ocasiones, y de momento prefiero continuar en mi estado asocial hacia con ellos.

El caso es que vivo en un bajo pero afortunadamente es interior. Digo afortunadamente, porque el 99% de los bajos exteriores de Madrid tienen las ventanas con rejas, lo que en mí produciría un efecto similar al de vivir en una cárcel.

Dos de las habitaciones dan a un espacio libre muy grande que se encuentra en el interior de la manzana en la que se encuentra nuestro edificio. Cada comunidad tiene una parcela en ese espacio, en el caso de la nuestra se encuentra tapiada por un muro de unos dos metros de alto y que lo aisla completamente del resto. La única forma de acceder a él es por medio de dos ventanas de nuestra casa y de otras dos de la vivienda de al lado, sin embargo la altura entre ventana y suelo, sin ser insalvable, es tal que disuade de la idea de bajar, a no ser que te hayas quedado sin pinzas para colgar la ropa y pretendas hacer uso de las que amablemente donan los vecinos de los pisos superiores.

Así pues, como nadie baja hasta allá a no ser que sea absolutamente necesario, se ha acumulado tal cantidad de mierda (nota: no tomar esta última palabra en sentido literal, pero... casi, casi) que nadie se ha preocupado en limpiar durante mucho tiempo (máxime cuando hablamos de pisos en alquiler).

Pero la mente calenturienta de Itsas se ha planteado la utilización de dicho solar para tareas "lúdico-festivas" que aún están por determinar (se admiten ideas) y para ello la primera acción a realizar consiste en la rehabilitación de ese espacio.

Armado de escoba, recogedor y bolsas de basura bajé una tarde de la semana pasada a iniciar la limpieza, pero debido a los calores del mes de agosto dejé la tarea a medias con la intención de retomarla otro día. Eso sí, como a uno sólo le quedan tres pelos de tonto, empecé por limpiar la zona más próxima a nuestro piso y quedó sin limpiar la zona más próxima a la de nuestros vecinos.

Pero mira por donde, el sábado por la mañana, al ir a descolgar la colada me encuentro con que alguien había había limpiado el resto.

Teniendo en cuenta que estos días estoy solo en casa, la única posibilidad es que mis vecinos decidieran imitarme. Eso o que a lo mejor estoy conviviendo con un fantasma, claro.

A veces me canso de repetirlo.

Hace dos o tres años cuando iba paseando por la feria del libro que todos los meses de junio se celebra en el retiro, una muchachita ataviada con una casaca de Amnistía Internacional me dio un marcapáginas con una cita del poeta inglés John Donne:

"La muerte de cualquier persona me rebaja, pues estoy comprometido con la humanidad. Así pues, no preguntes por quién doblan las campanas. Están doblando por ti."

Ese papel es uno de los innumerables objetos absurdos que pueblan mi espacio personal de trabajo, y sin embargo está a la vista de todos porque suscribo sus palabras desde el principio hasta el final y por lo tanto es algo que me gusta compartir con todo aquel que quiera perder cinco segundos de su valioso tiempo en leerlo.

Cuando un helicóptero cae en Afganistán la cita tiene el mismo valor que cuando ese mismo helicóptero se emplea en la misión para la cual fue diseñado. Y esto es totalmente independiente del hecho de que uno piense que las tropas nunca debieron partir hacia esas "lejanas montañas" ni hacia otros "remotos desiertos".

Y no sé porqué a veces me piden que repita estas palabras. Otra vez más.

viernes, 19 de agosto de 2005

Los signos de puntuación

Cualquiera, que. Me; haya... leído" un ( poco! habrá: descubierto? que- no, tengo{ ni) puta¿ idea. De, poner! correctamente; los- signos... de¡ puntuación' lo" siento? pero, en; el: cole} me. perdí: esa, clase.

Miradas de odio

Sí, eso es lo que he sentido sobre mí esta mañana en el metro... Bajaba que te bajaba, andando requeteandando por la escalera mecánica cuando me he percatado que la chiquilla que iba detrás tenía más prisa que yo. En cierto modo sus prisas eran fundadas pues las personas que subían por la otra escalera indicaban que el metro estaba en la estación.

Y lo hemos perdido, claro.

He aplicado rápidamente la fórmula de velocidad = espacio / tiempo (que para algo ha de servir lo que me enseñaron en el colegio allá por el pleistoceno) para concluir que tendría que haber bajado a 753,6392 Km/h para haber tenido una remota posibilidad de coger el tren, en cuyo caso ya se podría ir preparando la negrita bajita que ganó los 100 metros lisos en Helsinki y de la que no recuerdo su nombre porque le habría salido una dura competidora.

Pero viendo la mirada de odio que me ha dirigido en el anden estaba claro que no tenía ninguna gana de escuchar mis explicaciones. En fin, ella se lo pierde. O tal vez yo, porque hay que reconocer que la chiquita estaba de muy buen ver...

El que no se consuela es porque no quiere así que hoy terminamos con una moraleja (No puedo poner el enlace porque no recuerdo dónde lo leí): "Nunca corras por un metro ni por un amor, siempre acaba viniendo otro..."

jueves, 18 de agosto de 2005

Aprendiendo idiomas.

En ruso me llamo: море черный
En swahili: bahari eusi
En finés: meri musta
En húngaro: tenger feketeüszög

Pero sin duda, como más me gusto es en vietnamita:
tối biển

miércoles, 17 de agosto de 2005

La cultura okupa.

El domingo me levanté tarde de la cama y encendí la televisión. Es un tic que repito todos los domingos y fiestas de guardar, y mira que no me gusta nada la caja tonta pero es que cuando uno se levanta tampoco está para pensar...

En esas estaba cuando me topé en la 2 con un reportaje en el que salían lugares que reconocí de inmediato. Eran instantáneas del barrio de Lavapiés que precisamente fueron testigos de algunos despertares míos durante el verano pasado. Vi después una entrevista a los muchachos de "El laboratorio 3" y a las chicas de "La escalera caracola". Era un reportaje sobre la cultura okupa, que el menda siempre ha visto con buenos ojos, por lo menos en tanto que siga la escalada de precios de la vivienda conviviendo junto a un número importante de viviendas desocupadas (se hablaba de 200.000 en Madrid).

Hacía tiempo que no veía en la televisión un programa divulgativo que me enganchara tanto. Y esta vez consideré que parte de mi dinero había sido bien invertido en la televisión pública. La pena es que sea un oasis en medio de un desierto de mediocridad...

martes, 16 de agosto de 2005

Mezclando personas

Desde hace unos años me he caracterizado por llevarme bien con personas procedentes de diversos ambientes y con formas de pensar muy distintas. No es algo premeditado, simplemente me gusta conocer al género humano y sus inquietudes y eso me lleva a estar con los ojos y oídos bien abiertos en todas las direcciones.

Esto que a priori puede parecer una experiencia enriquecedora (que lo es) tiene su componente frustrante (y mucha) que cada día me pesa más.

Y es que me cuesta horrores mezclar a muchas personas entre ellas, hasta el punto que desde hace años prácticamente he desistido de hacerlo. Cuando lo hago, pronto surgen las discordancias entre ellos que en muchos casos se convierten en insuperables.

Perversiones...

Me enteré que había dejado a su ex-novio porque fumaba porros.

En aquel momento me callé porque no quise hacer un juicio de valor, sin embargo hoy retumban en mi cabeza las extrañas razones por las que dejamos a nuestras parejas.

Yo lo haría si me entero que escribe blogs. Tamaña perversión no creo que pudiera soportarla...

viernes, 12 de agosto de 2005

Mirando con otros ojos (II)

Esta mañana, durante un tranbordo en el metro me he encontrado una pareja besándose apasionadamente en el andén de la estación. He pasado a su lado esbozando una tímida sonrisa, mitad de rubor y mitad de envidia.

Ellos se han montado en el mismo vagón que yo solo que en el extremo opuesto. Me he percatado de ello porque iba leyendo unas notas escritas a letra muy pequeña y en un determinado momento he alzado la vista con objeto de descansarla un rato cuando los he vuelto a encontrar al fondo del habitáculo.

Durante todo el viaje he levantado furtivamente la vista en un par de ocasiones más, lo mismo que al salir del tren, comprobando que su pasión lejos de atenuarse con el tiempo permanecía intacta.

Hace años si se hubiera dado esta circunstancia, me hubiera sentido incómodo. No es que me pareciese algo censurable pero determinadas actitudes pensaba que debían estar reservadas para la intimidad. Sin embargo hoy, para una ciudad tan deshabitada como Madrid en estos días, me ha parecido una pequeña muestra de humanidad, de calor, de vida...

Mirando con otros ojos (I)

Txabi, gracias por el café, pero mis neuronas me han dicho que hoy es viernes víspera de un fin de semana largo y se niegan a trabajar a pesar de estar dopadas. Recurriremos pues, a la que está de guardia...

Cuando me acercaba al trabajo me he fijado en unos chalecitos adosados de nueva construcción. Me he acordado entonces de cuando Samuel y yo pasábamos por ahí y comentábamos que cómo era posible que alguien fuera capaz de comprarlos. Hoy me he parado a mirarlos durante un rato. Cierto es que las fachadas pecan de ser algo sosas, con formas excesivamente rectangulares y sin ningún detalle clásico o reminiscencias rústicas. Pero no sé... su minimalismo y simplicidad en las formas me ha parecido interesante, moderno tal vez... Hasta el punto de que a pesar de que nunca me han llamado la atención los adosados lo compraría. Claro que sólo me queda por salvar el otro pequeño inconveniente: con mi sueldo actual necesitaría trabajar unos 150 años para poder pagarlo.

Aviso a navegantes...

Si alguno desea leer un post mímimamente coherente en el día de hoy, ha de invitarme a un café bien cargadito.

Es que... aquí en el trabajo sólo nos queda descafeinado y mis neuronas son un poco viciosillas, ya que sin su dosis de cafeína se niegan a trabajar.

Gracias.

jueves, 11 de agosto de 2005

De aquellos veraneos añoro...

...sentarme en la terraza a leer, frente a la inmensidad del Mediterráneo.
...dormirme escuchando el sonido de sus olas.
...el viento de poniente que me obligaba a sumergirme en él cada media hora.
...el contraste entre el calor en el exterior y su fría acogida.
...sus limpias aguas, sus corrientes.
...su carácter insociable los días de levante.
...su abrazo.

miércoles, 10 de agosto de 2005

Sudoku

Este verano he terminado por aficionarme al sudoku. Mi primer contacto con él se produjo hace cosa de cinco meses cuando mi profesor de inglés me enseñó un juego con numeritos que publicaban en un periódico para extranjeros que se edita aquí en Madrid. Venía todo contento porque había sido capaz de resolverlo. Más tarde empezó a publicarse en el resto de diarios hasta llegar a convertirse en el pasatiempo del verano.

Ayer, mientras intentaba resolver el de "El País", mi compañera de piso Carol me vió en plena acción y me retó a que resolviera uno de una revista inglesa. Esto último hirió mi orgullo. Ja...!!!, ¡revistitas inglesas a mí!.

Así que... manos a la obra!, Umm!!, un 1 por aquí, un 7 allá, otro acá, y...
y...
y...
y?
y??????
bloqueo total.

Al final, a base de tesón, y sobre todo de que "por mis webos lo saco", conseguí dar con la solución, eso sí, mis horas me llevó (y fueron más de dos...), pero es que hasta ayer solo había intentado resolver los de nivel fácil, medio y algún difícil.

El de ayer era catalogado como "diabólico", no lo pongo aquí porque soy una buena persona...


P.S: Y para colmo me duele la cabeza.

martes, 9 de agosto de 2005

El valor de los días grises

El 9 de agosto de 1945 los habitantes de Kokura (Kitakyushu) miraron al cielo y se encontraron con un amanecer nublado. Sin embargo ese manto que se interponía entre sus ojos y el cielo salvó sus vidas. Tras dar varias vueltas en torno a la ciudad el avión "bock's car" se dirigió hacia el objetivo alternativo, la ciudad de Nagasaki donde encontró un claro entre las nubes para dejar caer su mortal carga.

Ese día los habitantes de Kokura comprendieron que para vivir, también son necesarios los días grises.

viernes, 5 de agosto de 2005

Dos canciones

Estoy en plena renovación musical. Bueno... renovar tal vez no sea la palabra exacta porque es raro encontar entre mis discos alguno con antigüedad menor de un año.

De entre todo lo que he escuchado a lo largo de estos días ha habido dos canciones que han removido mis emociones. La primera de ellas es una adaptación que el cantautor Paco Ibáñez hizo de unos versos de Gabriel Celaya:

"Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido,
partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho, me ensancho."

(La poesía es un arma llena de cargada de futuro, Paco Ibáñez 1969)


...soberbio!


La segunda, fue cuando escuché la voz de Olga Cerpa cantar:

"Vivo en Atocha 53
junto a la vía de un viejo tren
un cuarto piso sin ascensor
y una portera que hace croché

A cuatro metros de mi portal
cuelga una placa de una pared
desde un enero de cielo gris
que marchitó claveles de abril

A los gitanos les gusta el swing
con bulerías y Rock & Roll
en el "Candela" no sirven ron
y el camarero habla japonés

Maldito sea el despertador
que me levanta siempre a las diez
me busco un "chino" para empezar
en la nevera no hay qué comer
y tanta soledad
que me viene a buscar
y tanto por hacer
yo no sé si podré...

Vivo en Atocha 53
con una pena que usted no ve
ya la alegría salió al balcon
buscando el mar donde me crié."

(Atocha 53, Mestisay 1998)


Tal vez algún día cuente porqué aparte de los sentimientos de morriña y soledad, esta canción me toca de lleno.

Record

Los siete meses que llevo actualmente son el periodo de tiempo más largo que he estado sin fumar desde que cumplí los 14 años.

El otro G-8 y su poder de persuasión.

EE.UU 7960
Rusia 6580
China 410
Francia 350
Israel 200
Reino Unido 192
India 25
Pakistán 25

Y estas cifras se producen cuando precisamente mañana se cumplen 60 años de la mayor bestialidad militarista de la historia. En ocasiones, la humanidad es así de estúpida...



Update: Me cuentan por ahí que Corea del Norte pasó a ser miembro de pleno derecho de tan selecto club hace unos meses.

jueves, 4 de agosto de 2005

Se busca decoradora (jeje...)

Después de enseñarles la casa, Lucía, Haizea y yo nos sentamos un rato en el sofá para hablar. Me contaron que la casa en líneas generales les había gustado pero que tenía varios "peros". Varias de las críticas eran previsibles, sin embargo la que más me sorprendió fue la de que se notaba la ausencia de una mano femenina.

Y por extraño que parezca, esa crítica me dolió.

miércoles, 3 de agosto de 2005

El valor de una cita

Durante mucho tiempo defendí en el trabajo que nadie, absolutamente nadie, es imprescindible. Pero un día recordé la siguiente cita:

"Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles."

Y claro, no soy quien para contradecir a Bertolt Brecht. Desde entonces pienso que nadie es imprescindible para el capitalismo.

martes, 2 de agosto de 2005

Paseos (II)

Todas las mañanas paso por al lado de una colonia llena de chalecitos, adosados, calles estrechas poco transitadas y muy arboladas. Este pequeño "placer" del que disfruto cada día no es producto de la casualidad sino algo intencionado porque para ello debo bajarme una parada de metro más adelante de lo que me corresponde.

Este rodeo incrementa en unos cinco minutos el trayecto que separa mi casa de mi trabajo, y tiene como objetivo evitar el paso por una calle ruidosa por la que circulan coches a alta velocidad y conductores nerviosos con la mano pegada al claxon.

Esta "pérdida" de cinco minutos cada día no la considero como tal. Me hace llegar más relajado al trabajo, me ayuda a terminar de despertar y durante ese pequeño paseo se me han ocurrido algunos de los posts que luego he colgado por aquí. Claro, que las rosas tienen espinas... y la gran ostia (perdón Amatxu!) que me metí en enero o el incidente con la furgoneta que casi me atropella en marzo se produjeron por esas calles.

En fin, yo sólo quería poner una reflexión que se me ha ocurrido durante ese trayecto, pero me he ido por las ramas y casi mejor lo dejamos para mañana...

lunes, 1 de agosto de 2005

Un pequeño milagro

Con la llegada de cada mes se produce en mi blog un hecho que me sorprende. Mi "hemeroteca" se amplía con un nuevo archivo, en este caso el correspondiente al mes de agosto.

Sé que esto que comento os puede parecer algo trivial, o simplemente el producto de una aplicación informática. Pero a mí me asombra.

Mi sombra

Las personas nos componemos de luces y de sombras. De bellos recuerdos, de sonrisas actuales y de sueños por cumplir. Pero también de pasados oscuros, presentes angustiosos y futuros inciertos.

El sábado mis pies se hundieron en el fango de mi pasado. Afortunadamente manos amigas me rescataron e impidieron que el barro terminara por construir una coraza en mi corazón.

Hoy es el día de la resaca, el día en el que debo enfrentarme con mis males, el día en el que la soledad ha de convertirse en mi mayor aliado, el día en el que como el Ave Fénix he de renacer de mis propias cenizas y volver a volar en libertad, tal y como siempre quise hacer.

Hoy me acuerdo de ti, Paco. Porque tú me enseñaste a convivir con mi sombra.