viernes, 19 de agosto de 2005

Miradas de odio

Sí, eso es lo que he sentido sobre mí esta mañana en el metro... Bajaba que te bajaba, andando requeteandando por la escalera mecánica cuando me he percatado que la chiquilla que iba detrás tenía más prisa que yo. En cierto modo sus prisas eran fundadas pues las personas que subían por la otra escalera indicaban que el metro estaba en la estación.

Y lo hemos perdido, claro.

He aplicado rápidamente la fórmula de velocidad = espacio / tiempo (que para algo ha de servir lo que me enseñaron en el colegio allá por el pleistoceno) para concluir que tendría que haber bajado a 753,6392 Km/h para haber tenido una remota posibilidad de coger el tren, en cuyo caso ya se podría ir preparando la negrita bajita que ganó los 100 metros lisos en Helsinki y de la que no recuerdo su nombre porque le habría salido una dura competidora.

Pero viendo la mirada de odio que me ha dirigido en el anden estaba claro que no tenía ninguna gana de escuchar mis explicaciones. En fin, ella se lo pierde. O tal vez yo, porque hay que reconocer que la chiquita estaba de muy buen ver...

El que no se consuela es porque no quiere así que hoy terminamos con una moraleja (No puedo poner el enlace porque no recuerdo dónde lo leí): "Nunca corras por un metro ni por un amor, siempre acaba viniendo otro..."

3 comentarios:

Txabi Beroitz dijo...

¿Para el cálculo has tenido en cuenta que las escaleras mecánicas se desplazan en sentido contrario y a velocidad constante?. Claro que tendrías que aplicar la componente horizontal del vector velocidad... En fin, un beso y con eso nos quedamos.

itsasbeltza dijo...

Rayos! ya sabía yo que al dar el resultado con tanta exactitud alguien iba a descubrir que había empleado métodos un poco más complejos que v=s/t
En fin, reconozco que también he tenido en cuenta la aceleración producida por las fuerzas de atracción entre dos cuerpos (aunque en este caso la atracción era en un único sentido...)

Anónimo dijo...

pues no me he quedado veces con el metro en las narices... sobre todo cuando llego tarde al curro... que da más rabia