lunes, 1 de agosto de 2005

Mi sombra

Las personas nos componemos de luces y de sombras. De bellos recuerdos, de sonrisas actuales y de sueños por cumplir. Pero también de pasados oscuros, presentes angustiosos y futuros inciertos.

El sábado mis pies se hundieron en el fango de mi pasado. Afortunadamente manos amigas me rescataron e impidieron que el barro terminara por construir una coraza en mi corazón.

Hoy es el día de la resaca, el día en el que debo enfrentarme con mis males, el día en el que la soledad ha de convertirse en mi mayor aliado, el día en el que como el Ave Fénix he de renacer de mis propias cenizas y volver a volar en libertad, tal y como siempre quise hacer.

Hoy me acuerdo de ti, Paco. Porque tú me enseñaste a convivir con mi sombra.

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