viernes, 12 de agosto de 2005

Mirando con otros ojos (II)

Esta mañana, durante un tranbordo en el metro me he encontrado una pareja besándose apasionadamente en el andén de la estación. He pasado a su lado esbozando una tímida sonrisa, mitad de rubor y mitad de envidia.

Ellos se han montado en el mismo vagón que yo solo que en el extremo opuesto. Me he percatado de ello porque iba leyendo unas notas escritas a letra muy pequeña y en un determinado momento he alzado la vista con objeto de descansarla un rato cuando los he vuelto a encontrar al fondo del habitáculo.

Durante todo el viaje he levantado furtivamente la vista en un par de ocasiones más, lo mismo que al salir del tren, comprobando que su pasión lejos de atenuarse con el tiempo permanecía intacta.

Hace años si se hubiera dado esta circunstancia, me hubiera sentido incómodo. No es que me pareciese algo censurable pero determinadas actitudes pensaba que debían estar reservadas para la intimidad. Sin embargo hoy, para una ciudad tan deshabitada como Madrid en estos días, me ha parecido una pequeña muestra de humanidad, de calor, de vida...

1 comentario:

itsasbeltza dijo...

Muchas gracias Sencilla, espero disfrutar de lo que me queda de verano, entre otras cosas porque me falta lo mejor de todo: las vacaciones!!!

Confío en que tú lo estés haciendo también.