viernes, 28 de enero de 2005

Auschwitz

Cuando visité el campo de exterminio de Auschwitz, recuerdo que no me estremecí nada por el hecho de ver sus alambradas, sus torretas o sus edificios desde fuera. Tuve que adentrarme en los barracones y ver las fotografías en blanco y negro de los prisioneros, o contemplar la proyección de la película con la que nos "obsequiaron", o pasar frente a los hornos crematorios, para empezar a hacerme idea del horror contra el que había intentado vacunarme.

Sin embargo el peor momento llegó una vez fuera:
- Itsas, ¿Viste las cámaras de gas?
- ???
- ¿No pasaste por una sala con agujeros en las paredes?

Me quedé paralizado. Yo tampoco me hubiera dado cuenta.

Besando el suelo

Hace unos días hablaba de mi predilección del frío sobre el calor. La prueba la encontramos en estos días donde a pesar de estar sufriendo las temperaturas más bajas de los últimos veinte años aún no me he muerto. Pero... poco me ha faltado. Absorto iba en mis pensamientos cuando al doblar una esquina no me he dado cuenta de la capa de hielo que se había formado en la carretera. El resto os lo podréis imaginar... Patinazo, los pies de Itsas por encima de su cabeza, culo convertido en improvisado tren de aterrizaje, periódico cayendo diez metros más allá e Itsas finalmente tumbado en medio de la calle. En fin, la madre de todas las ostias (¡perdón amatxu!). La chiquita que venía justo detrás de mí no ha podido contener la risa una vez ha comprobado que mi integridad física (que no moral) no había sufrido daño aparente alguno.

Y lo peor de todo es que debo reconocer que la culpa es mía y sólo mía:
- Primero por no mirar donde piso.
- Segundo por mi manía de andar por la carretera en lugar de la acera.
- Tercero por llevar unos zapatos viejos (que debería haber tirado hace meses) sin ningún dibujo en la suela.
- Cuarto por haber madrugado más de lo "habitual" en mí.
- Y quinto por haber olvidado el paracaídas en casa, pese a las advertencias de las autoridades.

jueves, 27 de enero de 2005

Situaciones ¿incómodas?

Leo en el blog de Odraz que ella se abona a la filosofía de la sonrisa. Es curioso pero hace unos meses yo también hice una afirmación parecida, aunque he de reconocer que últimamente no siempre la he llevado a la práctica. Sin embargo, como ella, también pertenezco al grupo de locos que sin causa aparente puedes verles sonreír por la calle...

Esta mañana mientras andaba por los pasillos de ese auténtico hormiguero madrileño conocido como la estación de metro de Avenida de América me ha pasado el típico conflicto de hacer varios amagos para poder esquivar a la persona que venía de frente (amagos producidos por intentar apartarnos por el mismo lado). Cuando se producen estos encontronazos suelo fijarme en el efecto que producen en la otra persona. Los hay quienes hacen un gesto de molestia, los hay quienes intentan resolver la situación rápidamente sin más y también hay quien trata de aprovechar la "comicidad" de la situación para esbozar una sonrisa.

¿He de preguntar cuál de esas actitudes me gusta más?

lunes, 24 de enero de 2005

Lunes con la mente en el finde.

No deja de ser un crimen que Itsas un lunes a las 8 de la mañana se encuentre en el trabajo, que no trabajando como puede ser fácilmente verificado. En fin para uno que es más vago si cabe que el encantador Peluche y que aún le debían de quedar más de 10 minutos de retozar plácidamente entre las sábanas, la "cuesta" de enero se le está haciendo pelín complicada.

Pero no me he asomado a esta mi ventana para llorar mis penas de lunes luneros sino precisamente a todo lo contrario. Vengo a dar las gracias por todas las cosas buenas que me he encontrado este fin de semana:
- La generosidad de un amigo.
- Las llamadas de Aitatxu y Amatxu.
- Dos miradas cansadas de trabajar que me atendieron con cara sonriente.
- Algún post por ahí que provocó mis carcajadas...
- Esa mano amiga..., esos ánimos..., esa dedicación.

Así pues, Itsas que le gusta ser un bloggero agradecido (en la vida real soy algo más frío) quiere dar su gratitud a todos aquellos que este fin de semana que ya pasó, snifff!!, hayan logrado sacar una sonrisa (que no una risa) a la gente de su entorno. Y un azote en el culo (en la vida real soy algo menos violento) a los que no lo hayan hecho.

¡Ahí queda!.

viernes, 21 de enero de 2005

Orgullo

A veces deberíamos controlar más nuestros ataques de orgullo.
A veces es mejor rezar un padrenuestro y 10 ave-marías antes de hablar.
Pero eso sí, siempre hay que tener en cuenta que para poder querer a los demás lo primero es quererse a uno mismo.
Y aunque en el fondo, algo me duele, esta semana he tenido que ponerlo en práctica.

miércoles, 19 de enero de 2005

Música y sentimientos

Leo en el blog de Raddy una invitación a relacionar canciones con sentimientos.

Y de un tiempo a esta parte me veo como Aurora Beltrán intentando agarrarme a algo...

No quiero esperar que el viento llegue
ni debo templar sí la lluvia pasa.
Por odiar el silencio, a la cordura,
pronuncié miserables palabras.
Un decir forzoso, decir forzado,
un decir sin salida posible.
Por amor al lenguaje de los cuerpos, de los besos,
de los dedos, yo nadaba.
Quise aferrarme como un náufrago
a cualquier objeto flotante,
hacerme una con la noche,
burbujas en el aire.
En la orilla somos tantos, arrastrados en silencio,
atraídos, engañados, mientras yo me pierdo lejos.
Tan cansada, humillada, de nadar contra corriente,
provocando naufragios en mi cuerpo,
arrastrada por el viento, naufragaba.
Quisiera aferrarme como un náufrago
a cualquier objeto flotante,
hacerme una con la noche,
burbujas en el aire.
Quise aferrarme como un náufrago
a cualquier objeto alado,
hacerme una con el agua,
como una niña en charco helado.

(El Naufragio, Tahures Zurdos 1990)

¡Umm!, Llevo dos días dejando que sean otros los que hablen por mí.

martes, 18 de enero de 2005

Cartas de Amor

Para quien se le dé bien la escritura, está abierto el IV concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor. Eso sí tendrá que darse prisa pues está a punto de finalizar el plazo de presentación de cartas.

He de reconocer que durante este año he intentado escribir una carta para enviarla al concurso. Tarea imposible. Por más que lo intentaba no me salía más que un texto cursi y empalagoso. Aunque también es cierto que intenté escribir una carta de amor y no de desamor, tema que considero más sencillo.

A lo largo de este año he leído varias veces la carta ganadora de la pasada edición. Esta joya:

-----------------

Bienes comunes, por Susana López Rubio

Estimada Cristina:
Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.


Cosas a conservar:

- La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.

- El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.

- El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.

- La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.

- La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.

- El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.

- Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.

- Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).


Cosas que puedes conservar tú:

- Los silencios.

- Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.

- El sabor acre de los insultos y reproches.

- La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.

- Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.

- El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.

- Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.

- Jorge y Cecilia. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.


Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo solo son eso: objetos.

Por último, recordarte el nº de teléfono de mi abogado (914070485) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,

Roberto.

-----------------

P.S. ¿Alguien más sintió alguna vez lo mismo que Roberto?. Itsas también...

lunes, 17 de enero de 2005

Casualidad

Soy bastante anárquico en cuestiones de horarios. Mi ya de por sí flexible hora de entrada al curro, se ve modificada por factores ajenos a mi voluntad como el tiempo de remoloneo en la cama, la velocidad de mis pasos en el trayecto a la estación (directamente proporcional a las ganas de trabajar, o sea cero), o el número de metros que dejo pasar par viajar en condiciones decentes de "habitabilidad".

Así pues, dentro de las rutinas de mi rutinaria rutina (valga la rutinancia), no se encuentra la de tener todas las mañanas los mismos compañeros de viaje. Sin embargo hoy he debido de encontrar a mi "alma gemela", pues me he sentado al lado de la misma chica que el viernes pasado. Y eso teniendo en cuenta de que hoy iba una hora más temprano y de que casi nunca me siento en el metro...

En fin, teniendo en cuenta esto, mis ganas de trabajar andan ya en zona negativa.

viernes, 14 de enero de 2005

...agua lleva

Ayer a la noche se cumplieron los presagios que me auguraban todo el mundo:
- Itsas, ¡busca otro piso!

Me jode tener que reconocer que mi intuición es pésima. Pero lo que más me jode es tener que oír n veces el "ya te lo avisé"...

jueves, 13 de enero de 2005

Añorando el verano...

He de reconocer que prefiero el invierno al verano. La razón fundamental es que soporto mejor el frío que el calor. Sin embargo, hoy al salir de casa y enfrentarme al frío de la mañana, mi mente ha retrocedido hasta agosto y me ha situado otra vez en Zahara de los Atunes tomando una cervecita mientras escuchábamos a Camarón.

¡Sniff!

El río suena, pero...

Con el tema del cambio de piso me estoy comiendo la cabeza en demasía. Ya me he comprometido con una persona, pero sin embargo están surgiendo continuamente problemas. Además el tiempo se me empieza a echar encima.

Todo el mundo me aconseja que me busque otra cosa, sin embargo eso significaría faltar a mi palabra.

Y sé que los consejos son bien intencionados, y que quizá la intuición de los demás sea superior a la mía, pero si de algo quiero pecar en este caso es de confiado.

martes, 11 de enero de 2005

Reflexiones en un atasco

Me encantan las personas que desbordan humanidad, Marta es una de ellas.

Mientras mucha gente llegaba cabreada por el atasco que se ha producido en la M-30 de Madrid esta mañana, ella escribía:
"...yo en lo que me he puesto a pensar ha sido en el pobre camionero al que todo el mundo ha maldecido esta mañana y he pensado en el problemón que se le viene encima al dejarle sin carnet."

Picando...

Tal vez la persona menos habladora de la mesa fuera Itsasbeltza.

Sin embargo alguien lanzó la pregunta al aire y todas las miradas se dirigieron hacia él.

Y claro, mordió el anzuelo. Una vez más.

A veces pienso que no es justo, pues a mí también me gustaría saber lo que piensan otros. Pero ya me he acostumbrado a que determinadas preguntas sólo las respondo yo.

lunes, 10 de enero de 2005

Limpiezas

Lo primero que he hecho al llegar al trabajo ha sido hacerme con el calendario de este año. Como todos los eneros he recorrido las hojas del calendario del año pasado para hacer el trasvase de cumpleaños de uno a otro.

Todos los años desaparecen los nombres de dos o tres personas. Es algo triste, pero no tiene sentido seguir almacenando fechas de gente que por unas u otras razones han salido de tu vida. Tal vez suene muy frío escribir esto, pero también es cierto que para cuando elimino esos cumpleaños ha pasado mucho tiempo sin contacto. Mucho... En el fondo debo reconocer que mi propia necesidad de supervivencia me dice que es preferible pasarlo mal una mañana de enero que una serie de días desperdigados a lo largo de todo un año.

Sin embargo hay otros que aún se mantienen, a sabiendas de que antes o después acabarán siendo eliminados. Sin saber porqué un 10 de enero decidiste mantenerlos en tu recuerdo y cuando llegue esa fecha producirán en ti esa extraña sensación de sonreír y llorar por dentro al mismo tiempo.

Y por mucho que lo intente no olvidaré el 28 de Enero, ni el 10 de Noviembre, al menos este año.

Eso sí, tengo un año por delante para inscribir las novedades.

Ausencias

Hoy no te he visto. Sólo llevo tres horas por aquí y ya te echo de menos...

Vida nueva...

Con el año nuevo, voy a poner en práctica uno de los consejos que nos enseña el refranero. Y voy a dar un pequeño giro a mi vida.
Pues sí, me marcho de casa. No de la virtual, que sigo a gusto en blogger, sino de la real. Era una idea que llevaba varios meses rondando mi cabeza y que al final las circunstancias me han obligado a ponerla en práctica.

Por cierto, que he visto que muchos blogs no han permanecido inactivos durante estos días... Me voy, que tengo mucho trabajo... jeje