martes, 23 de febrero de 2016

Según me voy integrando en esta nueva situación, veo que empiezo a repetir los mismos clichés de siempre...

Por lo visto han cambiado de contrata de comida en la empresa para la que trabajamos, y yo hoy me he dado cuenta de que me ha faltado la sonrisa de la persona que hasta el viernes nos servía los platos. Ese que miraba con simpatía nuestra cara de extrañeza cuando desconocíamos los ingredientes de lo que están hechos...

Y es que uno cuando se ve relativamente vulnerable, se agarra a cualquier nimiedad para "sobrevivir" (nótese la hipérbole")...

Por otra parte, ayer, el tendero que me vende las cervecitas que me bebo en mi poco tiempo de relajo, me dijo que le pagara mañana los 20 céntimos que dejaba a deber ... Da gusto saber, que él tambien me toma como "habitual"...

En otro orden de cosas, sorprendido por la rica gastronomía de este país... lástima no tener tiempo, ni estómago...


miércoles, 17 de febrero de 2016

A pesar de las largas jornadas de trabajo, no exentas de su estrés y complicaciones diarias, subyace en mí una sensación de "Stand-By". Como si todo de hubiera detenido y por un momento me hayan sacado de mis rutinas habituales, llevándome a una especie de limbo del que despertaré en el mismo momento que el avión tome tierra en Barajas.

Por el momento vivo el día a día tránquilo, sin angustias... mucho más en paz y calmado que durante los dos últimos años... parece q este desplazamiento me haya echo ver que lo importante es todo lo que he dejado al otro lado del Atlántico y que no depende de mí que pueda recuperlo antes o después, así que no procuro agobiarme por fechas o hitos.

Conformismo... dicen!

domingo, 14 de febrero de 2016

A ti que no entiendes nada...

A los ojos de un observador "imparcial" (el que suscribe), Lima tiene su primer mundo (donde dormimos), su segundo mundo (por donde nos acercamos al trabajo) y su tercer mundo (ese que intuimos a distancia desde nuestra zona de comfort, pero que jamás pisaremos...).

Ese segundo mundo es lo que más llama la atención de dicho observador imparcial: sus monumentales atascos de tráfico que convierten la carretera en una auténtica jungla de asfalto en la que solo avanza el más fuerte, sus mercadillos y puestos callejeros de comida ambulante, su falsa apariencia de caos que parece paralizar el tiempo, el calmado carácter de sus habitantes que soportan/producen todo esto, y esos pequeños detalles que la memoria había olvidado incluso como parte del pasado...

Detalles como dejar la basura en las esquinas de la calle, o ver a decenas de perros callejeros rebuscar entre ella para lograr su ración diaria de alimento...

Tú, pequeño cuadrúpedo que en Madrid pensarás que te he abandonado, también deberías ver todo esto..




lunes, 8 de febrero de 2016

La vida siempre te sorprende...

...para bien o para mal, esa es la cuestión...

No hace mucho, estuve divagando en una de esas tardes aburridas, que ya nunca viajaría al hemisferio sur... Aunque sólo fuese por cuestión de prioridades, mi única esperenza (y remota), era devolver una visita a Buenos Aires...

Tanto por conocer, aún, en España, o en Europa... Tanto interés en descubrirme a mí, a mis origenes o a mis anteriores hace que para mí viajar a destinos "exóticos" sólo sirve para alimentar mi ego snob...

Y he aquí, que hoy escribo estas líneas desde Lima, en viaje de trabajo y con poco o nada de tiempo libre para hacer turismo para conocer otra realidad...

Pero sí... la vida me ha llevado a un hemisferio sur al que ya daba por inalcanzable...

Soy de fácil conformar... siempre lo he dicho... Porque el simple hecho de contemplar la constelación de Orión desde otra perspectiva (casi sumergiéndose en la inmensidad del Oceano Atlántico) hace que este viaje merezcan la pena.