martes, 31 de octubre de 2006

Leo en la prensa gratuita que "Interior" se muestra preocupado por el descenso del precio de la coca. Cualquier empresa se alarma cuando caen las ventas. Sabiendo que según me cuentan todo está sujeto a las leyes del mercado: ¿son ambos sucesos estocásticamente independientes o soy un mal pensado que nunca tendrá futuro como asesor financiero?

lunes, 30 de octubre de 2006

Ella quiere (se desvive, más bien) por tratar de hacerme la vida más sencilla.

Y yo me asusto, porque es un papel que tradicionalmente me correspondía hacerlo a mí.

jueves, 26 de octubre de 2006

A vueltas con la caja tonta

Seamos sensatos y no le busquemos tres pies al gato. Los libros son para leer, la televisión para tirarla a la basura y MacGyver estaba menos buenorro que yo.

En otro orden de cosas, alguien desde París se me adelantó y se ha llevado el patxaran ofrecido como premio al visitante número 10000 de este año. Como el/la agraciad@ no regrese pronto para tomarlo se derretirán los hielos...

miércoles, 25 de octubre de 2006

Formas de encontrar el candidato ideal a la alcaldía de Madrid:

1.- Método tradicional: Recurriendo al "pito pito gorgorito" dando por echo de que quien rifa conoce de antemano por quien debe empezar a contar para que salga el candidato preconcebido.

2.- Método probabilístico: Ummm!!! ¿Quién no ha venido hoy...? ¿Sebastián???. ¡Qué casualidad! ¡Le ha tocado a él!!!!

3.- Método instantáneo: ¡Preparados!, ¡Listos!, ¡ya...!!!. ¡Al último en salir por la puerta... premio!!!

4.- Método aleatorio: Primera bola, la 'S'; segunda, la 'E'; tercera, la 'B'...

lunes, 23 de octubre de 2006

Me jode que lo que yo considero una traición me esté afectando tanto, incluso a pesar de saber que el ataque no es hacia mi persona sino por mi apoyo incondicional a una tercera persona. Me jode que los que debieran dormir mal sean ellos y no yo. Me jode no haber estado presente cuando se me mencionó. Y me jode que se me haya considerado la parte más vulnerable.

viernes, 20 de octubre de 2006

He ido a hacer el reconocimiento médico anual, tras ello me he reincorporado a mi trabajo, no sin antes pasar por el despacho de mi jefe para enseñarle las pruebas: el algodón y el esparadrapo en el lugar donde me han extraído la sangre demuestran claramente que me estoy desangrando y a pesar de haber velado por los intereses de la empresa y haber luchado enconadamente porque me pincharan en el brazo derecho (recordar que soy zurdo) y que en esas condiciones no puedo ni debo trabajar, mi jefe me ha obligado a retornar a mis habituales quehaceres. Queda demostrado: en esta empresa no hay ningún tipo de humanidad. Pero he decidido vengarme, el año que viene me fumaré unos petardos antes de la revisión médica y cambiaré mi bote de orina por el de mi jefe...

miércoles, 18 de octubre de 2006

La solución es un libro. Sí señores!, han oído bien... un libro!!!. Cuando tengan algún problema con su televisor, no puedan verla y piensen que se ha estropeado acudan inmediatamente a su librería y háganse con un buen ejemplar (entre otros, la industria editorial del país también se lo agradecerá) y con tal joya en las manos dispónganse a solucionar su problema de aburrimiento. Coloquen el libro sobre el cable de alimentación del televisor de tal forma que tire de él, conecten sus receptores y volverán a disfrutar de un fantástico mundo de imagen y sonido. Funciona. Doy fe.

martes, 17 de octubre de 2006

He tardado más de un día en contestarle al mail, me he retrasado al enviarle lo que me pedía, lo he hecho a toda prisa y mal, le he dicho que me parecía demasiado pronto la hora que me proponía para encontrarnos, para que quedara constancia de ello se lo he reenviado con copia a mi responsable directo, he llegado cinco minutos tarde a la cita convenida, no me he disculpado, he llegado a "repanchingarme" en la silla y por supuesto que le he tratado de tú.

Todo esto al director del centro donde trabajo. Hay que saber educarlos...

lunes, 16 de octubre de 2006

Sección de breves

- Le han echado del trabajo. Me ha llamado para contármelo y mientras en mi cabeza se componía el drama ella me ha dicho que se siente liberada. Sin embargo, en el fondo sé que le duele. Hoy toca ración de mimos.

- Para los amantes del rollito antiglobalización, los detractores del sistema capitalista, los rebeldes sin causa, los fichados por la interpol, los que aburren más que yo con sus discursitos pedantes sobre "otro mundo es posible": un interesante artículo sobre el reciente premio Nobel de la Paz.

- Recuerdo a mis más fieles lectores, que este humilde (ya sé!, epíteto, y por tanto innecesario...) escritor se comprometió hace meses a invitar a un patxaran (con hielo, que para eso pago yo y me paso a los puristas por la chepa). El fallo está próximo a producirse.

jueves, 12 de octubre de 2006

Hoy no escribo desde Madrid. ¿Hace falta explicar el porqué?

martes, 10 de octubre de 2006

Sin tele

La que teníamos en la salita ha hecho plof. No estoy (estamos) por la labor de comentárselo a los dueños del piso y mucho menos se pasa por mi mente comprar una nueva.

Había un chiste de Mafalda en el que todos los niños de su clase se reían de ella por no tener televisión. Podéis usar los comentarios para descojonaros de mí, y también para decirme a quienes han nominado en OT, claro!.

lunes, 9 de octubre de 2006

Hace un par de horas que acabo de recibir un pequeño revés y digo pequeño, aunque sea algo que estaba esperando con mucha ilusión. Mucha.

No cabe escudarse en razones peregrinas, ni cargar las tintas contra otros. La culpa ha sido exclusivamente mía y por lo tanto asumo la responsabilidad de mi actual malestar. No vale por tanto "llorar". Toca levantarse y estar más atento por si se presenta otra oportunidad, toca empezar a trabajar por ella desde ya mismo, toca buscar esa oportunidad sin esperar a que aparezca producto de otra casualidad y toca prepararse para otra presumible derrota.

Hace un par de horas que he comenzado a reescribir mi futuro.

viernes, 6 de octubre de 2006

Es normal que a los que somos guapos las chicas nos aborden por la calle (si bien no deja de ser un desagradable "efecto colateral" de nuestra pequeña tara, pues en el fondo nos gusta que nos deseen por nuestro interior...), y vale que sea moreno, y no sólo de pelo sino también de tez, y entiendo que en una ciudad tan clásica como Madrid quienes odiamos las chaquetas y corbatas y lo más elegante que vestimos sean nuestros pantalones vaqueros estemos mal vistos, y asumo que tal vez debería ir afeitado algo más a menudo de lo que suelo hacer; pero lo que sigue chocándome es por qué la mujer que me paró ayer en la calle, me preguntó en perfecto castellano y sin ningún acento a ver si yo hablaba árabe...

martes, 3 de octubre de 2006

Aquellos días de marzo (III)

Buenos días, chic@s!!!

Esta mañana me he dirigido a correos a depositar mi voto para las elecciones.

En el camino de la oficina al curro iba sonriendo. Me acordaba de la vez que me tocó ser vocal en unas autonómicas y de las sorpresitas que encontrabas al realizar el recuento. Los votos nulos suelen ser debidos a gente que tacha las papeletas, los nombres, los rellena de insultos o pone algún comentario. Los hay más originales y los hay menos.

Recuerdo que entre los votos nulos, hubo uno que me hizo especial gracia: hubo un individuo que lo rellenó con un recorte de periódico. Cuando lo he hablado con alguien, todo el mundo me pregunta que qué era lo que tenía. Tal vez se esperaban que fuese una foto de una tía, o una noticia significativa que viniese a cuento. Pero no, se trataba de un recorte cualquiera. Creo que era de la sección de anuncios por palabras (pero no de la sección de "mujer@s" alegres).

Me hizo gracia pensar en la persona que lo hizo. Tal vez se levantó, fue a tomar un café y a comprar el periódico. Entonces cogió unas tijeras y recortó un trozo de una sección que no fuera a leer. El recorte erá perfecto, del mismo tamaño que una papeleta. Lo doblaría cuidadosamente y lo metería en el sobre. Posteriormente se acercaría al colegio, esperaría la cola y ejercería su derecho a voto. Y ya está, tan simple como eso. Pero a mí que fui quien lo abrió me hizo mucha gracia.

Y hoy al volver de correos, me he puesto a pensar en el presidente de mi mesa, el cual, a las ocho, agotado después de 12 horas de votación, cogerá el sobre lo abrirá y descubrirá....

... que ha sido enviado por ÉL mismo!!!!.

;o)

Besos.

lunes, 2 de octubre de 2006

Iba a obsequiar con una tórrida noche de sexo y pasión al visitante que acreditara con una captura de pantalla ser el número 10000 según el contador de visitas que tengo colocado en la columna de la izquierda de este blog. Pero ha dado la casualidad de que tal honor ha recaído en mi persona, así que una vez más habéis dejado escapar una preciosa oportunidad de conocerme... a fondo.

Aquellos días de Marzo (II)

No estoy empadronado en Madrid por decisión libre y voluntaria. Como consecuencia de ello no me corresponde elegir al alcalde que diariamente soporto, sino al de la ciudad de la que me siento más emocionalmente vinculado. Por otra parte he adquirido la costumbre de ir a votar siempre que se convoca una cita electoral, cayendo en el vicio del voto útil, entendiéndose este como una claudicación en favor de el(los) partido(s) ideológicamente más cercanos a mi pensamiento a pesar de sostener que nuestro sistema dista bastante de ser una democracia prefecta.

Ya no sé lo que es un voto presencial, desde hace bastantes citas he recurrido al voto por correo y en esos días de nevadas y temporales no iba a producirse la excepción a la regla. Lejos habían quedado las épocas de abstenciones, votos nulos, en blanco y hasta de algún guiño a la derecha. El parlamento y en especial los sillones azules (incluyendo el que ha desaparecido estos días... jeje) necesitaba una profunda renovación ("había motivo" clamaban algunos por entonces), y los sucesos de febrero - marzo de 2003 (que todos conocéis) junto a otros de índole personal acaecidos en mayo de 2003 habían provocado en mi interior una especie de sentimiento de venganza, que no me gustaría volver a sentir en mi interior nunca más.

Otro día había amanecido con neblina. Antes de ir al trabajo me encaminé hacia la oficina de correos más cercana de mi por entonces morada. Con mi voto en mano (o quizá escondido en algún bolsillo de mi abrigo) salí de casa, tal vez tomara la calle Cabanilles para llegar antes o tal vez me desviara por Abtao para pasar frente al café-librería que tan coqueto me parecía, paradoja, pues nunca entré en él a pesar de que fuera capaz de dar rodeos solamente con tal de pasar frente a su pequeño escaparate.

Cruzar la Avenida Ciudad de Barcelona, siempre me había parecido un incordio, pero por aquellos días más lo era enfilar la entrada de la Calle Téllez debido a las obras en los alrededores del cuartel (convertido hoy en polideportivo) Daoíz y Velarde y que permitían el tránsito de una única persona por su acera. Correos quedaba justo a mitad de la calle y era inevitable tener que esperar a quien subía por ella antes de encaminar los metros que separan de la puerta de la oficina.

Aun pretendiendo ser el primero en llegar no fue así. Siempre llego tarde a todos los sitios y tuve entonces que esperar unos quince minutos hasta poder ser atendido. Mi carácter nervioso hace que lleve mal cualquier espera superior a un par de minutos, así que cuando salí de la oficina, recuerdo estar bastante alterado, acrecentado en parte por el café que me había tomado en casa. Me detuve en la puerta para dejar pasar a varias personas que en ese momento bajaban, respiré el aire fresco de la mañana y sonreí pensando en el primer correo electrónico que iba a escribir nada más llegar al trabajo. Entonces enfilé la calle en dirección opuesta a las vías, introduciéndome en esa vorágine que solemos llamar... vida.