Viajar por la línea 1 con las narices pegadas a los cristales del metro afanándome en la búsqueda de la estación fantasma de Chamberí.
Viernes... aterradora imagen de un triste atardecer con las luces de la ciudad al fondo como testigas.
Recuerdos de hace casi dos años... el temblor en las piernas cada vez que me subía a un cercanías en la estación de Nuevos Ministerios.
Trenes, estaciones, fantasmas, olvido. Todo un cúmulo de sensaciones viajando sobre caminos de hierro.
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