Oficialmente nuestro adiós se ha producido hoy. Sin embargo mi olvido comenzará la semana que viene, cuando vuelva a recorrer por última vez esas calles, sin ninguna esperanza (ya) de volver a encontrarte.
Y entonces recordaré todo lo que hemos compartido estos años, todas nuestras disputas y todos nuestros errores. Y sólo así comprobaré si también yo soy capaz de llorar.
Como antaño...
2 comentarios:
A veces lo malo de recordar, es la nostalgia que nos producen los recuerdos.
Un beso, y gracias por tu comentario
Ay, Itsas, ay...
un abrazo y un beso...
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