martes, 13 de mayo de 2008

De vez en cuando cuando echo la vista atrás uno, dos, cinco años... descubro que una sonrisa termina por dibujarse en mi cara.

Me pregunto por qué cuando cambio la unidad de tiempo y vuelvo atrás uno, dos, cinco días... (e incluso una, dos, cinco horas...), a esa sonrisa le cuesta más salir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto es que tendemos a conservar mejores recuerdos del pasado lejano, pero eso es porque en cierto modo restamos importancia a los momentos más duros y nos quedamos con lo que ha merecido la pena. Sólo es cuestión de tiempo que recuerdes con mayor benevolencia lo que ahora es el presente.

Y bueno... ya sabes mi filosofía, la sonrisa NUNCA NUNCA, bajo ningún concepto hay que perderla, porque aunque en determinados momentos cueste hacerlo, te aseguro que puede ayudarte mucho, tanto a ti como a los que te rodean.

Un beso.

itsasbeltza dijo...

¿La sonrisa...? Uffff.... está escondida detrás de los agobios del día a día.

No es que me encuentre mal... pero es que últimamente me cuesta mucho encontrarla.