martes, 11 de marzo de 2008

Viernes 12, mientras la mayor parte del país se pregunta ¿quién? yo busco un ¿por qué?. Cuatro años después he conseguido poder vivir con la duda de un interrogante insatisfecho fundamentalmente porque aquellos días los míos y yo cogíamos otros trenes.

Como cada mañana reviso los correos antes de ponerme a trabajar. Iñaki, Marta y Miguel Angel debatimos sobre la manera de proceder del gobierno y sobre a quien puede beneficiar los atentados. Se mire como se mire el panorama es desolador. De haber sido ETA en Euskal Herria se volvería a una situación mucho más convulsa que en las fechas posteriores al asesinato de Miguel Angel Blanco, pero hubiera sido un mal menor, ya que se crea o no también habrían habido autocríticas que podrían haber hecho replantearse a muchos el uso de la violencia... Pero no es así. Lamentablemente tenemos en la calle un grupo de fanáticos cuyo planteamiento es bien simple: En Bagdad mueren inocentes, en Madrid también; en Palestina mueren inocentes, en Madrid también. Ya no hay que temer al azar de pasar junto al blanco de una acción terrorista, ahora el blanco lo eres tú.

Pero también es el momento del duelo. Aunque ello implique comerse los principios propios:

- El comité de empresa nos ha convocado a todos a un paro de 15 minutos. En su convocatoria figura una nota (redactada probablemente el dia anterior) en la que figura bien visible un "ETA NO" que está fuera de lugar (como lo hubiese estado cualquier mención a la guerra de Iraq según otros). ¿El paro es contra ETA o con las víctimas?
- Se han convocado manifestaciones en todas las ciudades de España con el lema "Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo". Muy bien, señores... ¿qué pinta aquí una Constitución que no garantiza muchas libertades? ¿el qué está contra ella no está con las víctimas? ¿Y la derrota del terrorismo...? ¿acaso no es posible el diálogo?

Contesto a un correo que dejé pendiente el día anterior, los acontecimientos de las últimas horas

- Tal día como hoy me pregunto el porqué de esta absurda violencia. ¿Por qué?

La respuesta es inmediata.

- No sé el porqué. Sólo sé que la clase política no va a solucionarlo.

Y añade:

- Necesito saber si el día de tu cumpleaños no quisiste hablar conmigo...

La clase política...!! Balones fuera... ¿no? ¿Acaso no tenemos ninguna responsabilidad sobre la clase política? ¡Qué fácil es el decir: "Han sido ellos, no yo"!!! Tema zanjado. Mejor no hablar con quien nunca quiso escuchar.


Dejo pasar las horas. Poco antes de finalizar mi jornada laboral recibo un correo de Marta:
- Itsas... hay rumores sobre líneas de metro cortadas por sospechas de bomba. ¿Sabes algo?

No...!!! No sé nada que ella no sepa... Recuerdo las reflexiones de la mañana, cojo mi mochila y me dispongo a salir hacia al metro. No queda otro remedio. Hay que aprender a convivir con el miedo.

Comienza a llover en Madrid. Justo antes de partir escribo mis últimas palabras.
- Ayer hablaron las miradas y las conciencias. Hoy Madrid llora.
Y una frase para asegurarme de que no habrá respuesta:
- Y por cierto... Vaya necesidades que te creas...!!!

Veo la televisión. Ciudadanos de Madrid han salido a la calle armados de su paraguas, de su dolor, y de su silencio que terminará convertido en rabia (contenida o no).

Por desgracia no puedo estar con ellos. En dos días debo presidir una mesa electoral a más de 400 Km. de distancia.

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