sábado, 1 de septiembre de 2007

Corría diciembre de 2006 cuando por última vez sonaron estas palabras:

"Pero hasta que nos volvamos a encontrar,
cuide Dios de ti,
porque la vida para mí
somos únicamente nosotros dos"

Y esta mañana al volverlas a escuchar es cuando he lamentado que no hayan sido "pronunciadas" en la oscuridad de la noche, entre los truenos de una tormenta, o simplemente "iluminadas" por la luz de una vela, para darle ese tono melancólico que siempre tuvieron.

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