Corría diciembre de 2006 cuando por última vez sonaron estas palabras:
"Pero hasta que nos volvamos a encontrar,
cuide Dios de ti,
porque la vida para mí
somos únicamente nosotros dos"
Y esta mañana al volverlas a escuchar es cuando he lamentado que no hayan sido "pronunciadas" en la oscuridad de la noche, entre los truenos de una tormenta, o simplemente "iluminadas" por la luz de una vela, para darle ese tono melancólico que siempre tuvieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario