lunes, 12 de marzo de 2007

Crónica de un día negro (y VII)

En cuanto llego a casa busco el móvil. Lo enciendo y empieza un concierto de pitidos de SMSs y llamadas perdidas. Pienso en las otras llamadas, en aquéllas que nunca tuvieron respuesta. El número de víctimas mortales ya se ha estabilizado pero queda lo más trágico: ponerlas nombre y apellido...

Me llama Marta, está en Lavapiés. Ha quedado para hablar de los atentados e intercambiar opiniones. Le digo que acabo de llegar a casa y que no estoy para mucha conversación. Lo entiende. Besos.

Me pongo frente al televisor. Veo las primeras imágenes. El discurso del Rey. Una nueva rueda de prensa de Acebes. Se ha encontrado una furgoneta con unas cintas con versículos del Corán. Mi tía enmudece. Aunque sea a través de una puesta en escena algo pueril, una nueva hipótesis aparecerá en los periódicos de mañana.

Por la noche, envuelto entre sábanas, tirito.

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