jueves, 8 de febrero de 2007

En una ocasión un grupo de amigos decidimos hacer un viaje a cierto lugar. Fueron 10 días idílicos, con sus risas, su buen rollito, sus resacas, sus confusiones y alguna que otra lágrima producida porque (como si de un "Gran Hermano" se tratase) en la casa todo se magnificaba.

Años después intentamos repetir el mismo viaje, si bien no exactamente la misma gente e introduciendo alguna variante. Fue un desastre. El recuerdo de "la otra vez" planeaba sobre las cabezas de todos y de nuevo todo se magnificaba, pero ahora en otra dirección.

Y hoy dudo... Dudo porque no sé si hay veces en los que es mejor dejar cada lugar con los recuerdos que generó, o dudo porque tal vez sea necesario retornar para buscar aquello que no se encontró, o dudo porque quizá lo mejor sea ver los lugares desde todos los puntos de vista, cuantos más mejor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que es un proverbio oriental que dice que el agua no pasa dos veces por el mismo río... Lo que no quita para que siga siendo un río, unos días hermoso, límpio y otras más turbulento o de aguas revueltas...

Pretender tener dos experiencias iguales es un error, planificarlas para que sean maravillosas un error mayor.

Cada vez ha de ser diferente, las gentes, las realidades, las condiciones son diferentes.

Musu bat. Y sí, éste sí es para ti.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con txabi. Cada caso es una cosa, cada vivencia es distinta, pero siempre que tengas las ganas y la capacidad de sorprenderte estarás vivo.
Y respecto a los múltiples puntos de vista, siempre he creído que es la mejor manera de entender las cosas. Te recomiendo el libro de Laura Bohannan, Shakespeare en la Selva.
Dudar es bueno, es una buena manera de encontrar una elección. Si no se duda...mal rollo.Siempre he pensado que las cuadrículas sólo deberían estar en los cuadernos de matemáticas y en poco más.

Anónimo dijo...

Esto que cuentas suele pasar, experiencias que cierta vez han salido bien, repetirlas con distintas personas, incluso con las mismas se dan al traste por la pretensión de aquella primera vez...

Tanto el segundo intento como el recuerdo del primero, como el recuerdo de los dos, siempre es un buen ejercicio mental por si se ocurre un tercer intento...