martes, 8 de agosto de 2006

No sé si mi problema es de orgullo, vanidad, soberbia, coquetería o meramente estético, pero cuando las autoridades sanitarias recomiendan protejerse la cabeza a todo el que va a realizar actividades prolongadas a pleno sol (y entre las que se encuentran las propias del turista), yo también debería darme por aludido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

O problemas de aceptación de la autoridad... ¿Has sufrido una insolación o se te ha pelado la calvorota?.

Un beso

itsasbeltza dijo...

Más bien lo primero...

Se ve que el sol de Barcelona no me sentó demasiado bien.