jueves, 9 de febrero de 2006

A Miguel Angel, cada cierto tiempo le llega una época ñoña en la que se dedica a repartir "te quieros" a discreción. Según cuenta, no quiere que llegue el día de su "despedida" sin habernos dicho todas esas cosas que acaban haciéndose en el último momento. ¿Para qué esperar?.

Itsasbeltza, aun sabiendo que tiene toda la razón del mundo, no sigue sus sabios consejos. Sin embargo todo tiene su excepción. La habitual depresión de febrero le vuelve más sensiblero de lo habitual (que es mucho, a pesar de su aparente fachada de tío duro).

¡Os quiero!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuánto?

itsasbeltza dijo...

Un poquito. No sea que os lo creáis demasiado, jeje...

Anónimo dijo...

Perfecto, si hubieras dicho mucho sonaría falso.

Un beso pequeñito, por si acaso...

Anónimo dijo...

Uumm, decir que el cariño es correspondido significa que tengo mucho "amor propio"?. ¿O mucha autoestima?

Después de tanto tiempo... no te voy a engañar ahora.

Musu bat!

Anónimo dijo...

A que eso no me lo dices a la cara....

Anónimo dijo...

Reconozco la razón que tiene... Yo también te quiero...