Las cinco del viernes (XXII)

Hoy le dedico las cinco del viernes a mi amigo Miguel Angel, para quien el cielo también se abre, por mucho que se empeñe en negarlo.

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1) No es que no me guste el color rosa, pero...
...algo me decía que esa noche no debí aceptar su propuesta de salir por la zona de ambiente. No en vano...
2) ...cuando me desperté y no sabía quién roncaba a mi lado...
...intenté recomponer mi memoria hecha añicos por efecto del tabaco y el alcohol.
3) Disculpe, ¿le importaría saltar...
...de mi cama, y sobre todo explicarme qué hace aquí máxime cuando...
4) ...No lo vi llegar...?

5) No te preocupes, mándame cualquier cosa...

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Sin embargo, una vez llegada a la pregunta 3, mi inspiración se ha esfumado. Además las posibles rutas que se me habían ocurrido no eran aptas para menores, y claro, después de varios meses posteando uno se ha hecho merecedor de cierta reputación bloggera que no deseo perder en cuestión de segundos.

Y como el cementerio está lleno de valientes, y uno no quiere hacerles compañía tan pronto pues he decidido hacer caso al dicho de que siempre es mejor una retirada a tiempo a no me acuerdo qué.