miércoles, 29 de diciembre de 2004

Mis problemas con la derecha...

Antes de dejar caer las lágrimas sobre mi blog, que hoy las tengo, y muchas... retomo el tema de mi inadaptación a este mundo de diestros.

Durante 18 años viví feliz sin saber a qué lado se encontraba la derecha y en cual estaba la izquierda. El problema se manifestó durante las clases prácticas en la autoescuela. El profesor me indicó que no iría muy lejos si me dedicaba a meterme por la calle que más me gustaba o por la más grande en lugar de hacer caso a sus indicaciones.

Pensé que lo mejor sería llevar chuletas. Alguna nota u otra cosa que me indicara la derecha o la izquierda, pero me di cuenta que eso a ojos del examinador podría traerme algún problemilla. Así que opté por una regla nemotécnica. Según entraba en el coche, ajustaba asientos y espejos, me abrochaba el cinturón y comenzaba a repetir mentalmente "mi profe es un facha, mi profe es un facha...".

Esto me funcionó perfectamente hasta el día del examen. Por azares de la vida mi profesor no pudo venir a hacerlo y en su lugar se sentó la dueña de la autoescuela. Bajábamos por la Avenida de Sabino Arana de Bilbao y antes de llegar al Sagrado Corazón la examinadora me dijo que girara a la izquierda. Hoy ha cambiado mucho esa zona pero para quien no la conozca lo que debía hacer era retornar por la vía lateral de la calle por la que iba (es decir, que el giro a la izquierda era en realidad un pseudocambio de sentido).

Itsas comenzó a bordear la rotonda de la plaza y cuando se disponía a salir se encontró con un enorme edificio de bruces. ¡No había calle a la izquierda!!!. Paré el coché en mitad de la rotonda y en voz alta confesé que me había confundido.

Pitidos, confusión, cabreo en el resto de conductores...

No sabía que me había pasado, dudaba si me había ordenado girar a la izquierda o a la derecha, dudaba de mi propia regla nemotécnica (el "facha" no estaba), dudaba hasta de la existencia de Dios...

La examinadora me dijo que detuviera el coche frente al edificio donde se suponía que estaba "mi calle". Preso de los nervios arranqué el coche sin darme cuenta que el semáforo a mi derecha se había puesto en verde dando paso a otros conductores y yo me lanzaba hacia allá...

- ¡Estás loco!, ¡Ahora no!!!!!

Cabreo monumental por parte de la examinadora, miradas de indulgencia de la dueña de la autoescuela, Itsas rebajado al status de inútil integral.

¿La nota del examen? 1.1 (que traducido para el resto de los mortales significa peligro para la integridad física de los ocupantes)

1 comentario:

itsasbeltza dijo...

Jeje, supongo que en el examen superarías mi 1,1