martes, 21 de diciembre de 2004

Bye bye...

Sintiéndolo mucho mañana publicaré mi post de despedida. Fue bonito mientras duró pero las circunstancias obligan...

El porqué es bien sencillo. Mañana a eso de las 10 (aproximadamente) los niños de S. Ildefonso me darán la mayor alegría de este año y tendré que comenzar una nueva vida llena de preocupaciones, dedicado a la ingrata tarea de estrujar mis neuronas pensando como invertir toda esa lluvia de millones que va a caer sobre mí de sopetón.

Mi agenda va a estar tan plagada de reuniones con directores de sucursales bancarias, asesores fiscales y agentes inmobiliarios que desconozco si dispondré de tiempo libre para acercarme a un ordenador. Aparte de que no sé hasta que punto estarán implantadas las nuevas tecnologías en las Islas Seychelles. Por otra parte, supongo que será fácil entender que voy a estar más preocupado en la velocidad de mi Ferrari que en la de mi proveedor de Internet.

Pero no olvidaré este pequeño blog y las gratas horas que pasé junto a él.

La vida es así de dura.

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