viernes, 19 de noviembre de 2004

Sonrisas que lo dicen todo

Antes de subir al autobús intentaba reorganizar torpemente mis papeles. Al muchacho de al lado se le cayó un CD mientras hablaba por teléfono. Nos miramos y sonreímos. Cuatro manos no eran suficientes para los dos.
Una mano más siempre es bienvenida.

No hay comentarios: