jueves, 11 de marzo de 2010

Cuando cada mañana el tren se detiene en la estación de El Pozo, vuelven a mi mente las imágenes de aquella terrible mañana de hace seis años.

Hoy al salir de casa he notado que el día era distinto a áquel. Sí... aunque jueves otra vez, lucía un precioso sol, el Real Madrid vuelve a ser incapaz de vencer a su bestia negra actual, y España para alegría de los que tienen demasiado suelto el dedo corazón ya "no va bien".

Mi pequeña esperanza se ha disipado al llegar a aquella estación. Tres ramos de flores y una serie de claveles rojos dispersos a lo largo del anden me han devuelto la imagen habitual. La que no me gustaría tener que recordar.

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