De pequeño un profesor me preguntó si yo era una persona seria. Era una pregunta retórica porque era evidente que él me veía así, sin embargo, yo, con el transcurrir de los años aun no he llegado a encontrar una respuesta.
Y en esas me encontraba hoy, mientras recogía portátil, proyector y pantalla tras una aburrida reunión de trabajo. Reunión en la que aparte de cordialidad (mucha cordialidad); a nadie, excepto a mí, se le ha escapado una sonrisa.
2 comentarios:
Ohhhh!! Tanto trabajo cuesta...
En el "Carrefú" la docena está a 50€...
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