viernes, 26 de septiembre de 2008

Vuelta a la rutina

Otro curso que comienza. Todo sigue igual, sino peor. Tras un verano de lo más apático tampoco el futuro parece deparar un horizonte agradable. Si ya de por mí mismo no me gusta realizar previsiones a más de un mes vista, la maldita crisis ha terminado por acentuar mis manías.

Sin embargo en algo he cambiado. Con la vuelta al cole madrugo. Y eso unido a que soy uno de los pocos afortunados habitantes de esta ciudad que puede permitirse el lujo de ir andando al trabajo, me permite disfrutar del bello espectáctulo de ver despertar a una gran ciudad. Y madrugo tanto, que las "chicas" de mi calle ya no me miran como un potencial cliente, sino como un vecino más que tolera sus actividades...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Itsas, bien sabes que en el momento menos esperado, la vida nos puede sorprender rompiendo con esa rutina que tanto nos parece agobiar, y en ocasiones hasta con giros de 180º. Y también es cierto, que a veces determinadas circunstancias que en principio nos parecen adversas, pueden llevarnos a un buen fin.

Mucha suerte y muchos besos.

Anónimo dijo...

Cuatro años!! Y contando... Enhorabuena!!!

Te recuerdo que aún estamos esperando las cervecitas que un día nos prometiste. Ahora es un buen momento, no?

Panpoxi dijo...

En septiembre nunca hay horizontes agradables, no es cosa de la crisis.

Madrugar en las calles de Madrid es genial, la ciudad es tan diferente a esas horas...


Anima zaitez, que estás un poco depre...

Anónimo dijo...

Dejando un lado la crisis, pq nos podríamos a llorar los dos... Has empezado el curso algo tarde, no crees?... Besos... Por cierto, tengo nuevo espacio... te pasas?

Andaya dijo...

Las rutinas nos devuelven a una realidad. Pero no necesariamente tiene que ser una realidad sin horizonte. Tal vez solo dependa de la altura de tu mirada. Si levantas un poco los ojos...
Te dejo mi nueva dirección
http://blogandaya.blogspot.com/
P.D.
Por cierto, acabo de ver en tu perfil que eres un jovencito de 252 años...jejeje cuidadín con la artrosis