viernes, 29 de febrero de 2008

No han pasado ni cinco minutos desde que ha usado sus malos modales para pasar por encima de todo quien se encontraba delante a llamar a casa con la más dulce de las voces para comentar con su hijo qué tal le había ido el día en el cole.

No me gustan los individuos veletas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dr Jeckyll y Mr Hyde...