lunes, 31 de diciembre de 2007

Y pensar que antaño cuando alguien pretendía abrazarme le rechazaba. Y pensar que hoy cuando los deseo, y tengo quien me los dé, la distancia se interpone entre nosotros.

¿Qué deparará el mañana?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay días o momentos en los que nos acordamos "aún más" de las personas importantes que están lejos y es que la distancia a veces duele demasiado. Pero, anímate un poquito ¡No me gusta notarte tan triste!.

Un beso y que este nuevo año que entra (a pesar de ser par), te tenga preparadas sorpresas muy agradables.

itsasbeltza dijo...

¿Y no te prestas tú a darme ese abrazo...?

Cielos...!!! No había caído... el año que viene es par!!!

Feliz año!!!!

Anónimo dijo...

Jejeje, menos mal que ando rondando todavía por ésta, tu casa.
Por supuesto que te doy ese abrazo!! pero también tendrá que ser a distancia...

itsasbeltza dijo...

¿Y qué haces a estas horas todavía levantada, jeje...?

A distancia...? joooooo!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, es que no creo que me dé tiempo de ir a dónde tu estás para dártelo en persona... Tendrá que ser en otra ocasión.

¿Levantada? jejeje y las horas que me quedan aún...

itsasbeltza dijo...

Horas...?? ¡Juventud, divino tesoro!!!

Lo del abrazo me lo guardo... ya me buscaré yo la forma de encontrarla, ya...!!!

Anónimo dijo...

Oye yo tengo mucho abrazos... te los envío o vienes a recogerlos?... Besos.