lunes, 24 de septiembre de 2007

El reloj del Panteón

El Panteón de París es un templo donde entregan a los grandes hombres de la Patria. Iba a ser la Iglesia de Santa Genoveva (la patrona de París) pero la Revolución se cruzó en su camino.

El otro día leí en un periódico gratuito que habían entrado clandestinamente en el Panteón durante meses y que habían arreglado un reloj del siglo XVIII que las autoridades ni siquiera sabían que existía. Cuando lo tenían arreglado, fueron a ver al administrador del Panteón y le dijeron: "le hemos arreglado el reloj, sólo tiene que conectar el motor". Y flipó, claro, no sabían ni que había un reloj.

Este finde había una feria de anticuarios y allá que me llevó mi chico. Había una serie de stands de algún organismo francés con las profesiones que están relacionadas con este mundo: doradores, talladores de marfil, tejedores artesanales, cerrajeros, escultores, etc. Y había un relojero. Le comenté que había leído la noticia y me dijo que era él.

Llevaban entrando en el Panteón más de 20 años, desde que eran chavales. Habían metido sofás en un desván. Se habían hecho proyecciones de cine en la nave principal. Entraban en la biblioteca a consultar los libros. Siempre lo limpiaban todo y no dejaban ni rastro. Uno de la cuadrilla se hizo cerrajero y sacaba copias de las llaves. El se hizo relojero artesanal y dedicó muchas horas (300 ó 400, creo que me dijo) a reparar el reloj: talló ruedas, compró cable para las pesas, equilibró el mecanismo, etc. Estuvo muchos meses con ello.

El Administrador se lo tomó bien al principio, y quería conectar el reloj al motor. En realidad el reloj funcionaba, pero a cuerda, y el motor serviría para que funcione de continuo. Pero después la historia subió en el Ministerio de Cultura y salió por la tele y se montó una escandalera y le denunciaron. Le han denunciado tres veces, pero la Policía y el fiscal siempre han archivado el caso, porque dicen "¿Y qué ha hecho este señor?" "Arreglar el reloj". "Ah, bueno".

El Panteón cierra tres días al año: 25 de diciembre, 1 de enero y 1 de mayo. Después de la denuncia, el relojero se picó y entró a poner el reloj en marcha el 25 de diciembre. Así que cuando el personal volvió al trabajo el 26, se encontraron con que el reloj andaba (tiene un carillón que suena cada 15 minutos). Desmontaron la rueda principal del mecanismo (llamando a casa a su amigo el cerrajero, que era el único que tenía la llave del armario del mecanismo...) y ahora el reloj sigue parado. En el Panteón se montó la marimorena porque ya sabían que llevaban años entrando y aún así volvió a colarse.

El chico dice que se imagina que, cuando el asunto deje de ser noticia y se calmen los ánimos, discretamente decidirán poner el reloj en marcha y todo acabará bien. Todavía le queda algún pequeño trabajo de equilibrado que hacer...

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(Escrito por Miguel Angel)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por esos tres añitos!!

Esta vez la tarta la pongo yo...

Besos.

itsasbeltza dijo...

Jeje...

Miles de gracias, odraz....!!!

Besitos.

P.S. Ya empiza a tomar forma algo q tu bien sabes. Ya te comentaré...