martes, 20 de junio de 2006

A fuerza de verte llorar aprendí de tus lágrimas
que el cielo está al lado del mar, que yo soy solamente sal.
Sacar de las algas la flor, de la espuma el antídoto
veneno en las olas tiró, cuando vino a decir adiós.

O tal vez por donde las aguas
no salpican, ni sienta la sed, que me deja estar en tu red.
Inventándome alguna canción que nunca escucharía Dios
porque odio el amor,
te necesito y no sé dónde voy
solo estaba mejor.

No puedes convertir en pies todo lo que yo sé querer
si de una sirena tal vez salió la primera mujer.
Salí desde el fondo del mar y si te pudiera encontrar
por ti hasta podría cambiar y por la vida saber andar

Mira esta vez lo que has dejado
esparcidas las conchas tiré para que las pisen tus pies
y me llegues a odiar, como yo he llegado a odiar el amor.
Mírame hoy,
te necesito, y no sé dónde voy
solo estaba mejor.

Si esta vez quieres motivos.
Yo me olvido, pero también sé que nací y que me moriré.
Que por haber escuchado su voz hoy me estoy haciendo mayor.
Mírame hoy,
te necesito, y no sé dónde voy
solo estaba mejor.

(El canto de la sirena, Los Limones, 1992)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena. Aunque me da mal rollo pensar que estás sintiendo todo eso. Ánimo y un beso.