Desde que he llegado a la blogosfera me he cuidado de escribir frases del estilo "odio quien hace...", y no lo hago porque sé que tarde o temprano yo voy a hacerlo también.
Pero hoy es distinto y me voy a contagiar de la incoherencia que tanto evito. Es así que odio todo aquel que empieza un blog para dejar de actualizarlo un mes después, aunque en el fondo sepa que si cambio un mes, por un año, esa frase va a ser aplicable a mí mismo.
También odio a todos aquellos que empiezan con mucha fuerza y al final su blog se queda en un blufff. ¿Dónde guardé el espejo...?
No soporto las despedidas que no son tales, no soporto los hasta luegos, no soporto no poder actualizar hasta que no terminen los exámenes, no soporto las promesas incumplidas y no soporto no leer comentarios que dicen lo tan de puta madre que soy.
Lo reconozco, detrás de este aparente rechazo a lo ajeno se esconde un malestar personal, una frustración que no he conseguido superar, o un latente complejo de inferioridad. Pero eso sí, la culpa de todo esto es vuestra...
4 comentarios:
Uf! Debe ser la congestión nasal y los mocos, pero hoy estoy que no "me" entiendo...
Es un desahogo, Txabi...
Ha sido una mala semana.
Vale me esforzaré...
Te lo voy a perdonar porque es lunes...
Raddy, no pensaba ni en ti ni en ninguno otro de los que me leeis.
Sólo eran paranoias mías...
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