martes, 22 de noviembre de 2005

La cruz roja busca socios.

Supuse que iba a pedirme una colaboración económica cuando me paré a hablar con él. El caso es que dejé que el chaval de la cruz roja me hiciera un resumen de los proyectos que su organización lleva a cabo el cuál seguí con toda mi atención (que no suele ser mucha, dicho sea de paso).

A pesar de su relativa juventud, me hizo una exposición impecable y plena de cordura.

En un determinado momento, y antes de que me comentara sus intenciones hacia mí, le paré.

- ¿Cuántos años tienes?
- 24.
- ¿Hiciste la mili?
- No, por suerte...
- Mira... Desde que tuve que realizar la P.S.S. tu organización y yo estamos "peleados". Ya desde entonces decidí que no iba a colaborar con organizaciones que acogiera a objetores. Admiro vuestra labor social, y en especial a vosotros los voluntarios, pero considero que la mayor fuente de males para la humanidad se encuentra en la existencia de los ejércitos y la cruz roja, como otras O.N.G.s con su actitud, no ayudó a que los jovenes tomaran conciencia de ello...

Estuvimos unos 20 minutos hablando. Quizá él pudo pensar que fueron infructuosos, para mí no lo fueron ya que me abrió los ojos en determinados aspectos que siempre me han pasado inadvertidos. Él también reconoció que mi actitud le había servido para ver otros enfoques y para saber hacérselo ver a otra gente. Sin embargo algo de pena quedó tanto en él como en mí.

Sólo colaboro con organizaciones que tienen determinada carga ideológica en sus planteamientos y/o acciones, o bien puntualmente ante determinadas catástrofes. Sin embargo, hoy mi maltrecha conciencia se pone al servicio de la cruz roja, por si fuera capaz de remover otras. Nunca se sabe...

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