martes, 5 de julio de 2005

Itsas y el "no" (1ª parte).

Faltaba más de una hora para la salida del autobús, así que busqué un sitio en la estación para leer el periódico. El único asiento vacío en todo el intercambiador era al lado de un indigente que apuraba un tetra-brik de vino mientras soltaba algún gruñido ininteligible.

Me senté junto a él y me sumergí en la lectura. Unos minutos después se levantó, se dió la vuelta y rápidamente soltó un puñetazo contra el panel de publicidad que se encontraba detrás de nuestras espaldas.

Las dos mujeres del asiento de enfrente salieron corriendo presas del pánico. Durante unos segundos me quedé sentado sin saber como reaccionar. No quise irme inmediatamente porque eso significaba despreciar a un ser humano, tampoco quería quedarme porque no me sentía seguro a su lado.

Decidí terminar de leer el artículo mientras observaba sus movimientos de reojo, guardé lentamente el periódico en mi mochila y abandoné el lugar con la sospecha de que ese asiento iba a permenecer mucho tiempo vacío de nuevo.

Continuará...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno yo más que salir corriendo, creo q del susto me caigo de la silla... Enga sigue la historia... Un besote.

Anónimo dijo...

Bueno yo más que salir corriendo, creo q del susto me caigo de la silla... Enga sigue la historia... Un besote.

Anónimo dijo...

La verdad que hay mucho miedo suelto... la gente es muy desconfiada, yo el primero...