miércoles, 20 de julio de 2005

Imágenes

Un día de verano de hace un par de años escribí un relato corto inspirado en una persona de la que me sentí profundamente atraído.

En aquel cuento ella llevaba un vestido largo que se movía por efecto del viento y caminaba descalza por la orilla del mar, sujetando sus sandalias en su mano.

Hay días como hoy, en los que sin saber porqué, esa imagen vuelve a mi cabeza.

5 comentarios:

Txabi Beroitz dijo...

La imagen es evocadora... ¿Y no lo vamos a poder leer?. Anda, vence la timidez.. Un beso.

itsasbeltza dijo...

Tendría que buscarlo. Y luego, como apuntas, vencer la timidez. Pero, ¡Quién sabe!, quizá algún día...

Txabi Beroitz dijo...

Puedo ser muy paciente si me lo propongo. Y la timidez... creo que si tienes un blog como el que tienes es que la has vencido un poquito. ¡Ánimo chavalote!. Quizás ninguno de los dos ganemos nunca un Nobel, pero sentimiento sí que le ponemos. Un beso.

itsasbeltza dijo...

Sí, la verdad es que la timidez (o mejor dicho, la vergüenza) la dejé aparcada allá por septiembre.

Pero la mala memoria, esa que me hace olvidar dónde dejo las cosas, me acompaña siempre.

itsasbeltza dijo...

Uy...! No sé, no sé!. Es que a veces creo que no debería remover esos recuerdos.