- ¿Puedo agarrarte del brazo, Itsas?
- Sí, claro que puedes.
Tras una noche de confidencias, emprendíamos el camino de regreso a casa. Entonces al sentir su mano, comprobé que el frío de la noche le hacía temblar. Durante todo el camino quise poder abrazarla para transmitirle todo mi calor... pero un abrazo de verdad, pues mis brazos sobre sus hombros apenas podían comunicar una pequeña parte de lo que pasaba por mi cabeza. Aquella noche, todo mi cariño, todo mi amor, todo mi calor se quedó dentro de mí.
En cinco días nuestros caminos volverán a unirse.
8 comentarios:
Y esta vez también lo dejarás todo dentro de ti?...
Pues nada... suerte... mejor esperar y no zambullirse en piscinas vacias antes de ser llenadas...
es triste dejar todo dentro de uno... mas es reconfortante tener esperanzas de regalarlo.
- ¿Tú crees que no debería hacerlo, Ume?. Jeje, fijate en lo que dice Raddy...
- Sí, Netesfera, reconforta sobre todo cuando la vida te da una segunda oportunidad.
Yo, como dice mi madre "el no ya lo tienes"...
Busca el momento preciso...
A ver.. ¿23 de abril?, día Nazional d´Aragó y Día de los Comuneros... Libro, rosas, paseo por Villalar... Bucólico y pastoril... El lunes tenemos una cita aquí!. Un beso.
Otia! (mil perdones, Amatxu). Villalar!!! ¡me se había olvidado!. Voy a tener que cancelar todas mis citas.
(O cobarde que es uno)
Publicar un comentario