lunes, 27 de diciembre de 2004

Duele...

...ver a una madre convaleciente. Duele verla fatigada, sin fuerzas para poner otro año más el Belén, aun a sabiendas de la ilusión que genera en sus nietos.
Duele tener que poner buena cara estos días, pese a que tu salud y tu estado de ánimo no pasa por sus cotas más altas.
Duele ver su cara de preocupación al marcharte. Duele su inquietud mientras escucha las noticias por la radio.

Reconforta saber que sigue luchando y que se sabe querida por los suyos.

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