Llegan soldados en helicópteros, te reducen y te colocan una bolsa en la cabeza para privarte del sentido de la vista.
Durante un tiempo, no sé si minutos, u horas quedas completamente desorientado, a merced de otros hombres que hablan un idioma para ti desconocido y sin saber exáctamente qué está sucediendo a tu alrededor.
Y todo por un islote sin apenas interés. No quiero ni pensar lo que el ser humano es capaz de hacer a cambio de petróleo.
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